martes, 23 de febrero de 2016

Factores que intervienen en el pensamiento


Factores internos

La memoria

La memoria es un sustrato básico para realizar correctamente otros procesos mentales como comprender, responder, ordenar alternativas, etc.

La resolución de problemas, así como, la toma de decisiones, requieren el uso de la memoria para comprender, combinar y, finalmente, almacenar la información con la que se está tratando. De ahí la importancia de esta capacidad para el tema que nos ocupa.

Profundicemos en la estructura de la memoria y sepamos cómo se memorizan los estímulos que proceden del exterior.

A. Los almacenes de la memoria

Se distinguen tres tipos de memoria que nos permiten realizar, manejar y almacenar multitud de datos, así como, realizar operaciones y que son la base de gran parte de actividades que realizamos habitualmente:

•    La memoria sensorial es la que mantiene, durante aproximadamente un segundo, la información que recibimos por nuestros sentidos, es decir, la que se encargar de retener la percepción que tenemos de las cosas durante los primeros milisegundos.

•    La memoria a corto plazo, puede compararse a la memoria RAM del ordenador. Es decir, la memoria de trabajo en la que se mantiene la información, se realizan operaciones con ella, se comparan varios elementos, se ordenan, etc., operaciones fundamentales todas ellas en el planteamiento de los problemas, su resolución y la decisión final que se tome.

•    Y, por último, la memoria a largo plazo, comparable al disco duro de un ordenador, en la que se almacenan y de la que se recupera información, digámoslo así, que perdura.

Llegados a este punto podrías pensar - ¿qué tiene todo esto que ver con la resolución de problemas? -  pues bien, las operaciones fundamentales que una persona realiza para llegar a la resolución de problemas se llevan a cabo en la memoria a corto plazo y en muchas ocasiones se apoya en datos procedentes de la memoria a largo plazo.
Ejemplo: Si no pudiéramos retener la información acerca de las diferentes opciones que se nos proponen para salir el sábado en nuestra memoria a corto plazo, nunca podríamos elegir una de ellas. Asimismo, si no conociésemos, si no recordásemos cómo nos lo hemos pasado en los distintos lugares los sábados anteriores, nos faltaría información relevante para tomar una decisión adecuada.
Tras la percepción que tiene lugar a través de la memoria sensorial, los datos se codifican para que la memoria a corto plazo pueda manipularlos y enviar y/o recuperar información a/de la memoria a largo plazo. Con los resultados de esta mezcolanza tiene una base para tomar decisiones.

B. Capacidad de la memoria


Otra cuestión relacionada con la memoria a corto plazo, también llamada memoria de trabajo, es la cantidad de datos independientes que se pueden retener en ella.

Si nos damos cuenta de la forma en que recordamos nuestro número de teléfono, no lo recordamos cifra por cifra, sino que lo tenemos almacenado en diversos pedazos. Estas estrategias hacen más sencillo memorizar determinada información y, además, aumentan la capacidad de almacenamiento.

Todo lo contrario, nos encontramos al estudiar la memoria a largo plazo. No se ha podido establecer el límite de su capacidad, no obstante, toda la información que pasa a la memoria a largo plazo no se conserva en ella inalterable y permanentemente. El cerebro se encarga, de un modo misterioso aún para los estudiosos del tema, de borrar de ella la información que considera superflua.


C. Calidad del recuerdo


Acabamos de ver la cantidad de información que somos capaces de recuperar, veamos ahora la calidad de la misma que ilustramos con el siguiente ejemplo:

Ejemplo: Es bien conocido entre los expertos en la memoria de testigos el suceso que Baddeley relata en uno de sus libros. Thomson experto en temas relacionados con la memoria de testigos fue entrevistado en un programa de televisión. Precisamente él insistía en la falta de fiabilidad del recuerdo que los testigos tienen de las situaciones.

Algún tiempo después Thomson fue arrestado por la policía sin poder averiguar de qué se le acusaba. Cuando llegó a la comisaría tuvo que participar en una rueda de identificación de sospechosos. Él fue identificado por la víctima como el autor de una violación cometida precisamente el mismo día y a la misma hora en que estaba realizando la entrevista en el programa de televisión. Gracias a los testigos que le hicieron la entrevista, tuvo la coartada perfecta para demostrar que era inocente. Más tarde se confirmó que la víctima fue violada mientras veía la entrevista que le hacían a Thomson en su televisor.

Este relato ejemplifica que la calidad de la información que somos capaces de recuperar de la memoria, en ocasiones, no es todo lo fiable que podríamos pensar. Las personas, sin darnos cuenta, tendemos a rellenar los huecos que posemos en la memoria con una alta probabilidad de equivocarnos, como acabamos de ver. Estas reconstrucciones de los hechos son automáticas y las personas no son conscientes de ellas. Lo que sucede a nuestro alrededor lo solemos interpretar conforme a nuestras expectativas, motivos, necesidades y sentimientos.

D. Efecto primacía y recencia


Se observa que, de manera consistente, las personas memorizamos con mayor o menor facilidad los datos dependiendo de la posición que ocupen dentro de un listado de información.

Se llama efecto primacía a la tendencia a recordar los primeros datos de una lista y efecto recencia a la tendencia a recordar los últimos datos una lista.

Estos efectos de recuerdo se ilustran en la siguiente figura:

Piensa en las típicas presentaciones de las fiestas. Tras saludar a las ocho personas que te han presentado, no sueles recordar más que algunos nombres y, según la curva de posición serial, coincidirán con los primeros y los últimos.

Ten en cuenta estos efectos cuando trates con información relativa a un problema. Toma la información en su conjunto, consulta los informes si crees que has olvidado partes y una vez más, no dejes que la mente te juegue una mala pasada.

Los modelos mentales

Los modelos mentales son una combinación de actitudes, valores y creencias que constituyen las profundas imágenes internas que tenemos acerca del funcionamiento del mundo, imágenes que nos limitan a modos automáticos de pensar y actuar.

Nuestros “modelos mentales” no sólo determinan el modo de interpretar el mundo, sino el modo de actuar.  “Aunque las personas no (siempre) se comportan en congruencia con las teorías que abrazan (lo que dicen), sí se comportan en congruencia con sus teorías - en uso (los modelos mentales)”.

¿Por qué los modelos mentales son tan poderosos para afectar lo que hacemos? en parte porque afectan lo que vemos, es decir porque determinan la forma en que percibimos la realidad.

El problema de los modelos mentales no radica en que sean atinados o erróneos.  Por definición, todos los modelos son simplificaciones.  El problema surge cuando los modelos mentales son tácticos, cuando existen por debajo del nivel de la conciencia.

Las principales limitaciones de utilizar rígidos modelos mentales son:

•    Nos impide pensar de forma sistémica ya que sólo percibimos parte de la realidad del problema.

•    Impiden el aprendizaje y fomentan los errores de solución: estancándonos en prácticas anticuadas.

El funcionamiento de nuestros modelos mentales ha sido descrito por Peter Senge a través de la “escalera de inferencias”:

Vivimos en un mundo de creencias que se autogeneran y no se cuestionan. Adoptamos esas creencias porque se basan en conclusiones sobre hechos observables y en nuestra experiencia sobre el pasado.

Nuestra capacidad para lograr los resultados esperados se encuentra limitada por nuestra convicción de:

•    Nuestras creencias son la verdad
•    La verdad es evidente
•    Nuestras creencias se basan en datos reales
•    Los datos que seleccionamos son los datos reales

Este conjunto de suposiciones forma nuestra “escalera de inferencias” que determina nuestra estrategia en la solución de problemas.

En el siguiente gráfico podemos observar cómo funciona esta escalera de inferencias en nuestra actuación.


Ejemplo: “Marta, no estoy contento con tu trabajo”, dice el jefe. El jefe trata mal a Marta. El jefe piensa que el trabajo de Marta es inaceptable. Se ensaña con Marta porque es mujer. Este jefe no debería supervisar a Mujeres.

Este ejemplo supone un “Brinco de abstracción”.

Los brincos de abstracción ocurren cuando pasamos de las observaciones directas (“datos” concretos) a generalizaciones no verificadas.  Estos brincos obstaculizan el aprendizaje porque se vuelven automáticos y ya no los volvemos a comprobar en sucesivas ocasiones en que los utilicemos. La mera suposición se transforma en hecho.

 FACTORES EXTERNOS

El contexto

No solucionamos nuestros problemas ni tomamos decisiones al margen del entorno que nos rodea, sino que más bien éste determina en gran parte las soluciones que damos y las decisiones que tomamos habitualmente.

Ejemplo:  en una organización en la que no existe libertad para la expresión de las ideas es muy posible que nuestras sugerencias sean poco creativas y que el hábito de no proponer soluciones nuevas nos obligue a tomar soluciones mecánicas y viejas.

Vamos a analizar con mayor detalle los principales aspectos del entorno que influyen en la toma de decisiones.
A. Influencia de la autoridad en la toma de decisiones

La obediencia a la autoridad es sin duda uno de los condicionantes más importantes en la toma de decisiones empresariales.

El experimento que a continuación detallamos refleja la influencia en nuestra conducta de la obediencia a los superiores:

Se daba la posibilidad a un grupo de estudiantes de dar descargas eléctricas a otros compañeros pudiendo parar cuando el experimentador dijera “basta”.

El 62% de los estudiantes terminó el proceso completo hasta que le dieron la orden de parar, incluso aunque los sujetos que recibían descargas gritasen de dolor.

Esta obediencia, aparentemente a ciegas, supera a nuestra razón, a nuestros sentimientos e incluso, a nuestros valores. Contrariamente a nuestras expectativas, obedecemos a aquellas personas a las que se otorga cierta autoridad.

En el mundo de las organizaciones, de la empresa y en el ámbito laboral a menudo se pueden observar este tipo de influencias. La opción más adecuada, en estos casos, es difuminar la presión de la autoridad, especialmente, cuando estemos inmersos en procesos de crítica, búsqueda de soluciones, procesos creativos, etc. En definitiva, en todas aquellas situaciones donde se requiera explorar opiniones distintas y definir alternativas de acción.


B. La presión de grupo


Como hemos visto en el apartado anterior una persona o un grupo de ellas puede influir sobre nuestra manera de actuar.

Cuando pertenecemos a un grupo nos gusta ser aceptados por él. El deseo de aceptación puede hacernos susceptibles de conformarnos con las normas del grupo. Se sabe que los grupos ejercen fuertes presiones sobre sus integrantes para que cambien de actitud y conducta ajustándose así a la norma del grupo.

Cuando la opinión de un individuo sobre datos objetivos difiere considerablemente de la de otros miembros, siente una fuerte presión para modificar su opinión y ajustarse a la de los demás. Es decir, somos capaces de decir a lo blanco, negro, máxime si el grupo en el que nos encontramos inmersos es nuestro grupo de referencia.

Recuerda: algunas veces, la presión del grupo puede resultar decisiva cuando tenemos que elegir una opción entre varias o dar nuestro punto de vista en una reunión. Permanece atento a este efecto y no te dejes llevar por la presión del grupo. Utiliza tu propia razón como punto de referencia.



El estrés

Estrés es la respuesta no específica del cuerpo a cualquier demanda que se ejerce sobre él.

Hoy en día es común escuchar “estoy estresado”, “voy a relajarme porque tengo estrés”, “déjala, está estresada”, Todas estas expresiones hacen referencia a una concepción negativa y perjudicial del estrés. Sin embargo, el estrés no sólo no tiene por qué ser perjudicial sino, por el contrario, necesario y positivo. Veamos por qué:

1.    La respuesta no específica es la clave de la definición, es decir, el esfuerzo adaptativo de nuestro organismo frente a un problema es el mismo independientemente de cuál sea el problema.
Las reacciones de estrés, por tanto, pueden ser causadas por agentes nocivos, así como, por sucesos placenteros como recibir una buena noticia.

2.    El estrés es un componente de la vida normal y, como tal no puede ser evitado. Forma parte de los procesos adaptativos tendentes a mantener las constantes vitales dentro de los límites que posibilitan la vida de los organismos.

3.    El estrés no es un fenómeno nuevo. Ha existido siempre íntimamente ligado a la evolución del ser humano y al fenómeno de la vida. Lo que sí podemos considerar relativamente nuevo es la cualidad del estrés que se ha hecho más psicológica y emocional que física.

En una situación estresante se desencadenan:

Reacciones fisiológicas: ciertos procesos que alteran nuestro sistema endocrino (metabolismo alterado), el sistema cardiovascular (hipotensión), el sistema digestivo (náuseas), las hormonas sexuales (alteraciones del ciclo menstrual) y el sistema neuromuscular (debilidad muscular).

Reacciones psicológicas o emocionales:  la ansiedad. Esta respuesta se caracteriza por sentimientos de aprensión, incertidumbre o tensión.

Los niveles de ansiedad pueden llegar a bloquear la actividad de una persona. Estos niveles varían en función de las diferencias individuales. Cada individuo tiene una percepción y una interpretación distinta de los hechos, sucesos o situaciones. Por tanto, ante la misma situación cada persona tendrá una respuesta de intensidad diferente tanto en lo que se refiere a la respuesta fisiológica como emocional.

El mismo acontecimiento puede causar diferentes niveles de estrés

Una ave canta fuera de la habitación
Una de las variables que pueden modular la respuesta ante determinadas situaciones estresantes es la sensación de control. Numerosos estudios recogen evidencia acerca de la disminución de la respuesta de estrés.

La influencia del estrés en la toma de decisiones:

•    Cuanto mayores sean los niveles de ansiedad a los que se vea sometida una persona peor será su ejecución. Este patrón, muy comprobado, sólo se cumple en los niveles altos.

•    En los niveles bajos de ansiedad se ha observado que se produce una mejora del rendimiento. Podríamos decir entonces que hace falta una cierta presión para alcanzar altos niveles de ejecución.

Como puedes ver en la figura anterior, a medida que aumenta el nivel de estrés el rendimiento es mayor, y sólo cuando el estrés supera cierta barrera el desempeño de las personas comienza a sufrir un deterioro importante.

Los errores se producen porque:

•    Disminuye el cuidado con el que normalmente se selecciona y procesa la información.

•    La necesidad de completar una tarea en un tiempo muy reducido.

•    El miedo a cometer errores hace que los sujetos den mucho más valor a la información desfavorable que a la favorable.

Finalmente, podemos decir que el análisis con estas condiciones es más superficial y, por tanto, más propenso a incluir errores. En definitiva, hay que tener en cuenta los efectos que el estrés tiene en cada uno de nosotros y los errores que podemos cometer durante la toma de decisiones.

El límite que separa el nivel de estrés que provoca un óptimo rendimiento de aquél que empeora la realización de determinadas tareas es diferente para cada persona e está en función de sus características personales.

Recuerda: que cuando se trabaja en situaciones muy poco estresantes, el rendimiento es bajo. Sin embargo, cuando el estrés aumenta, el rendimiento aumenta hasta alcanzar su punto máximo. Si el estrés sobrepasa un nivel determinado, entonces, el rendimiento decaerá rápidamente.

BIBLIOGRAFÍA

•        Adair, J. (1988).El dinamismo mental en las decisiones directivas. Ed. Deusto. Bilbao.

•        Adams, J. L. (1980). Conceptual block-busting: A guide to better ideas. Ed. Norton. New York.

•        Baddeley (1982). Memory: A user’s guide. Ed. MacMillan. New York.

•        De Bono Edward; El pensamiento lateral. Ed. Paidós Empresa

•        De Bono Edward. Los .seis sombreros para pensar. Ed. Paidós Empresa

•        Gambara, H. y León, O.G. (1987). Uso de la información en el proceso de toma de decisiones. Boletín de Psicología, 17, 83-99.

•        Hogarth, R. M. (1985). Judgement and Choice. The Psychology of Decision. John Wiley & Sons Ltd., Great Britain.

•        León, O.G.(1994). Análisis de decisiones. Técnicas y situaciones aplicables a directivos y profesionales. Serie McGraw-Hill de Management. Ed. McGraw-Hill. Madrid.

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•        Martínez, M.R. (1991). El proceso de toma de decisiones. En M.R. Martínez y M. Yela (Eds.), Pensamiento e inteligencia. Ed. Alhambra. Madrid
•        Pizarro, Fina: Aprender a razonar: Madrid, Editorial Alhambra, 1987.

•        Robbins, S.P. (1987). Comportamiento organizacional. Conceptos, controversias y aplicaciones. Ed. Prentice-Hall. México.

•        Senge, P: La quinta disciplina. Ed. Granica

•        Senge, P: Práctica de la quinta disciplina. Ed. Granica



Software Para Mapas Mentales

•        Axon Idea Processor 
•        Inspiration 
•        Mind Maps Plus 
•        Mind Mapper 
•        Mindmap from emagic 

Sitios Web sobre Mapas Mentales

•        Tony Buzan's Web Site 
•        World Wide Brain Club 
•        Buzan at Cityscape 
•        Mind Mapper Software 
•        Joyce Wycoff's page on MindMapping 
•        mindman.com 
•        Jan W.A. Lanzing's Concept Mapping Homepage. 
•        Mind Mapping Site in Germany (the contents are in German). Produced by Maria Beyer - Mind
•         Mapping trainer, and seminar leader. 


Sitios Web sobre creatividad:

•        http://www.gamos.demon.co.uk/hatpap.htm 
•        http://www.nexus-pt.com/news/esc2port/domhat.htm 
•        http://www.dtic.mil/c3i/bprcd/5543.htm 
•        http://www.monadnock.co.uk/debono.html 
•        http://www.interlog.com/~badinage/LTQLINKS.HTML 
•        http://www.albany.edu/~kl7686/learnorg.html 

•        http://www.silkwood.co.uk 

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